Ahora que no nos escuchan
he de decirte que
mis intenciones
cuanto menos, desleales.
Y que sí, que sí
que no es el patrón con el que fui cortada
y que no, que no
que debería ser más insegura,
más tímida, más callada.
Pero como nadie nos escucha
y nunca me gusto esperar
te voy a enseñar
el Madrid de novela
con la seguridad de que
si intentas pasarme página
para entonces
te habré descrito en verso
en subjuntivo
y sin final.
1 de julio, Madrid.