Hoy me has dolido y te he sangrado. Otra vez. De nuevo. Como si fuera la primera vez que me corto con tu recuerdo vacío, con tu sonrisa de plomo y tus ojos sin fondo.
Hoy has vuelto y me has puesto contra la espada y el corazón, sin saber cuál de los dos estaría más afilado.
Has vuelto vacío de amor y en compañía de alguien que se antojaba a mí.
Pero no era yo.
Ni yo quiero ser ella.
Para que me abraces sin quererme.
Para que me beses sin sentirme.
Para que me mires sin verme.
Has vuelto y has despertado a nuestros fantasmas, a los resquicios rotos de nuestro Amor.
Has vuelto y no he podido evitar llorarte.
Julio de 2018, Madrid.